Título: El anarquismo búlgaro en armas
Fecha: 2008
Temas: Anarcocomunismo Historia Organización Plataformismo
Notas: Versión original en inglés disponible en anarkismo.net
Fuente: Recuperado el 2 de abril de 2014 desde alasbarricadas.orgLa Federación de los Anarquistas Comunistas de Bulgaria (FACB)
El Golpe fascista de 1923 y sus consecuencias
El Frente Unido y la guerra de guerrillas
El «sindicalismo Vlassovden» y la expansión anarquista
El golpe de estado fascista de 1934 y sus consecuencias
La Guerra y la colaboración Roja-Naranja-Marrón
Escrito con la ayuda del veterano anarquista búlgaro Jack Grancharoff.[1]
A comienzos del siglo XX, el anarquismo se convirtió en un movimiento de masas en Checoslovaquia, Hungría y Polonia — los anarquistas ya habían participado en los levantamientos de Bosnia-Herzegovina contra el dominio Austro-Húngaro. Sin embargo, fue principalmente en Bulgaria y en su vecina Macedonia donde tuvo lugar un notable caso de organización anarquista, en medio del juego de poder entre las grandes potencias. Este movimiento, escasamente estudiado, no sólo se desangró en luchas de liberación nacional y oposición armada contra el fascismo y el estalinismo, sino que desarrolló un movimiento de masas diverso y resistente, el primero que adoptó la controvertida Plataforma de 1926 de los makhnovistas ucranianos exiliados en París[2] como su marca. Por estas razones es vital que el movimiento comunista libertario revivido en el nuevo milenio reexamine el legado de los Balcanes. Este artículo, que comienza hacia 1919, es una versión de un extracto de la obra de dos volúmenes sobre anarquismo y sindicalismo, contrapoder, co-escrita por Lucien van der Walt, una historia y teoría global sobre el movimiento, que fue publicada por AK Press en los EE.UU. en 2008.
En el caluroso año de 1919, en la cúspide de la revuelta global de los trabajadores contra el capitalismo, los anarcosindicalistas búlgaros (los primeros grupos se habían establecido en 1910) y el núcleo de la antigua Federación Anarquista Macedonia-Búlgara (núcleo fundado en 1909) convocaron a la reorganización del movimiento. La Federación de Anarquistas Comunistas de Bulgaria (FACB) fue fundada en un congreso abierto por el guerrillero anarquista Mikhail Gerdzhikov (1877-1947), fundador del Comité Clandestino Revolucionario de Macedonia (MTRK) en 1898 y comandante de su cuerpo de combate durante la revuelta macedonia de 1903. Sus fuerzas, de sólo unos 2.000 combatientes armados con rifles antiguos, se las arreglaron para derrotar a un cuartel turco de 10.000 hombres bien armados, dando pie a una zona liberada en las montañas de Strandzha de Tracia, con centro en la Comuna de Tsarevo (Vassiliko) —una acción que fue un factor clave en el colapso del Imperio Otomano. Al congreso fundacional de la FACB asistieron 150 delegados— sin contar con los órganos clandestinos también representados. La FACB fue organizada como una federación clandestina de cuatro «uniones» regionales anarquistas-comunistas subdivididas en grupos de estudio, grupos sindicalistas, y grupos de combate. Su afiliación estaba restringida sólo a los militantes, pero sus actividades públicas incluían giras de propaganda por todas las ciudades y aldeas. La FACB suspendió el resucitado periódico de postguerra Rabotnicheska Misl (Pensamiento Obrero) y le dio el honor de su portavocía al periódico de Gerdzhikov, Probuda (Despertar), pero también decidió que cada afiliado podría producir su propia prensa. Según Grancharoff:
El anarquismo tuvo éxito en ser un movimiento popular y penetró en muchas capas de la sociedad desde trabajadores, jóvenes y estudiantes, hasta maestros, y funcionarios. Las actividades clandestinas ilegales del movimiento continuaron.
Así la FACB ayudó a fundar, y trabajó junto a ellas, organizaciones como la Federación Búlgara de Estudiantes Anarquistas (FBEA), así como una federación de artistas, escritores, intelectuales, médicos e ingenieros anarquistas, y la Federación de Jóvenes Anarquistas (FJA) con ramas en muchos pueblos y ciudades y en todas las escuelas grandes. Así que puede verse que la FACB consistía de secciones sindicalistas, guerrilleras, profesionales y juveniles que se diversificaban por toda la sociedad búlgara. Durante la huelga del transporte de 1919/1920, los anarquistas planearon armar a los trabajadores, pero la huelga fue traicionada por los partidos políticos izquierdistas y fue salvajemente reprimida, prohibiendo Probuda. Un militante clave de la FACB fue Greorgi Sheytanov (1896-1925),[3] llamado Sheitanoff por Grancharoff, que llegó desde la ciudad oriental de Yambol, se hizo anarquista de adolescente y fue forzado a exiliarse en Francia a los 17 años tras escapar de la prisión en la que estaba por quemar los registros del juzgado local. Sheitanov volvió a Bulgaria a llevar a cabo agitación clandestina anarquista en 1914, pero fue arrestado y torturado, pero escapó otra vez, viajando a Moscú, donde fue testigo de primera mano de la revolución, volvió a Bulgaria en 1918 tras haber escapado de un pelotón de fusilamiento Blanco en Ucrania. En Bulgaria, Sheitanov se implicó en el movimiento anarquista otra vez, y escribió la famosa Llamada a los Anarquistas, y Manifiesto a los Revolucionarios, una crítica anarquista al bolchevismo.
En 1920, el sindicato socialdemócrata Unión Agraria Búlgara (BZS) bajo Aleksandar Stamboliyski fue el primer gobierno socialista en Bulgaria, en el marco de una monarquía constitucional del Zar Boris III, creando las condiciones de una amplia actividad popular. Pero al igual que la «Guardia de Noske» socialdemócrata en Alemania, el BZS también creó una «Guardia Naranja» como fuerza de rompe-huelgas. La derecha pro-búlgara de los nacionalistas de la Organización Revolucionaria Interna de Macedonia (VMRO) se reconstruyó en 1920, y comenzó a pedir el retorno de Macedonia a Bulgaria. El Partido Comunista Búlgaro (BKP), que se había generado de la facción socialdemócrata de Tesni que se aproximaba a los bolcheviques, se convirtió de pronto de uno de los más grandes de Europa, pero seguía adherido a las tácticas reformistas y tenía varios escaños en el parlamento. Después de que Probuda fue prohibido en 1920, fue reemplazado en la FACB por El Anarquista, de Kyustendil, un pueblo grande al suroeste de Sofía. Mientras tanto, Sheitanov publicaba clandestinamente La Revuelta y Rabotnicheska Misl reaparecía, primero como revista, pero luego tomando el nombre de un viejo periódico de Gerdzhikov, Svobodno Obshtestvo (Sociedad Libre). En 1921 a la edad de 15 años, otro militante clave, Georgi Grigoriev (1906-1996),[4] se unía a la FAKB. Más tarde escribiría una historia anarquista definitiva que llamó La Revolución Macedonia[5] bajo el seudónimo de Georges Balkanski cuando estaba en el exilio en París.
En enero de 1923, la FACB llevó a cabo su quinto congreso anual —y su primer congreso público, aunque ilegal— en la plaza del pueblo en Yambol, al que asistieron 104 delegados y 350 observadores de 89 organizaciones, según Grancharoff en la página 5. El orden del día incluía la situación interna y externa, y las cuestiones de organización, el campesinado, internacionalismo, el período de transición, la dictadura del proletariado, propaganda, cooperativas y sindicalismo. Los delegados informaron de que la clase obrera de la propia Yambol, de Kyustendil y de Radomir al oeste de Sofía, y de Kilifarevo y Delebets estaba casi toda afiliada al movimiento anarquista y que se habían hecho grandes progresos en Sofía, en la ciudad sureña de Plovdiv, en el puerto del Mar Negro de Burgas, Russe y en otros centros. El congreso público de Yambol fue tan impresionante que la circulación de periódicos anarquistas subió espectacularmente. Pero esta popularidad no escapó a ojos de la reacción que estaba preparando un golpe de estado y persuadió al BZS que aprobara una ley «anti-bandidos» que estaba enfocada a los anarquistas. En marzo de 1923, Stamboliyski firmó un pacto con Yugoslavia reconociendo la nueva frontera y aceptando suprimir la VMRO. El 26 de marzo, una protesta anarquista en Yambol contra el desarme del pueblo según la ley anti-bandidos le dio a la derecha la excusa perfecta para una masacre.
Según Grancharoff, el gobernador militar de la ciudad prohibió el mitin anarquista y estacionó tropas en la plaza del pueblo, sin embargo un orador anarquista se subió a un banco y comenzó a hablar. Las tropas abrieron fuego, hiriéndole a él y a otros anarquistas. Comenzó inmediatamente una fiera batalla de dos horas entre la fuerzas anarquistas y los dos regimientos estacionados en la ciudad, que sólo terminó cuando el comandante militar trajo a un regimiento de artillería desde un pueblo cercano. Los soldados capturaron a 26 anarquistas que fueron ametrallados en los cuarteles esa misma noche. Unos 30 o 40 anarquistas, incluyendo al organizador clave y activista Todor Darzev, resultaron muertos ese día, pero uno de los otros 26, el estudiante Obretenov, sólo había resultado herido, y reptando, consiguió dar la alarma. A la mañana siguiente, las tropas asaltaron el centro anarquista en Sofía y arrestaron a todos los presentes. El 9 de junio en un ramalazo nacionalista ante el pacto Búlgaro-Yugoslavo, oficiales fascistas que pertenecían a la Liga Militar, respaldados por el Zar y la VMRO, dieron un golpe de estado contra el gobierno del BZS y mataron a Stamboliyski. En Kilifarevo, los anarquistas junto a los comunistas y los agraristas detrás de ellos atacaron al ejército durante varios días, y así ocuparon brevemente la ciudad de Drenovo y varios pueblos de las faldas de las montañas.
El nuevo gobierno era una coalición de fuerzas de derechas apoyadas por el Narodrisak, el partido del gran capital y estaba dirigido por el notable fascista Profesor Aleksanr Tsankov, que le dio a la derechista VMRO el control de facto de la porción Búlgara de Macedonia (la rama izquierdista del partido, disuelta durante la Primera Guerra Mundial, fue re-establecida en 1926 en Viena, como VMRO Unificada, pero ya sin ningún componente anarquista, orientada hacia los partidos comunistas Búlgaro y Griego). Grancharoff escribe que el «país se volvió un matadero», con entre 30 y 35.000 trabajadores y campesinos asesinados por las fuerzas de derechas entre 1923 y 1931 —a la par de la dictadura argentina bajo Galtieri. Los movimientos anarquista, comunista y agrarista se vieron forzados a la clandestinidad y militantes importantes como Nicola Dragnev fueron arrestados y ejecutados sumariamente. Algunos anarquistas fueron al exilio, produciendo Rabotnicheska Misl en Chicago. Otros formaron destacamentos de combate conocidos como cheti y estuvieron implicados en un intento importante en un levantamiento coordinado con el BKP (el partido comunista) y en las consiguientes acciones guerrilleras. Grancharoff dice que inicialmente el BKP no había tomado parte en la lucha contra el fascismo, tomando la línea de que era «la lucha entre dos burguesías»— el pueblo y el estado ! Criticado desde Moscú, el partido inició la insurrección, pero debido a que el partido intentó sustituirse asimismo por una acción de masas, fue un fracaso aventurerista. En 1923, Sheitanov publicó el periódico clandestino Protest, y más tarde, en 1924, fueron capaces de publicar un semanario legal llamado Zov (La Llamada), que se hizo popular en círculos académicos, además de publicar un periódico clandestino llamado Acratia.
Creyendo que era el momento de unir a los trabajadores de base contra el fascismo, Sheytanov estableció contactos con los comunistas, los agraristas de izquierda, y los federalistas macedonios como Todor Panitsa, fundando el periódico «literario» Plamlak (La Llama) para promover esta idea. Pero cuando se fundó el Frente Unido, fue como iniciativa del Comintern y el movimiento anarquista liderado por la FACB lo rechazó por autoritario. Grancharoff cita una obra estalinista, El Ascenso, Desarrollo y Establecimiento del Oportunismo en el Movimiento Obrero Búlgaro (1986) como fuente para comentar que:
Con pocas excepciones, los anarquistas no habían aceptado que la Unión Soviética fuera un país socialista. Y su argumento era convincente: «En Rusia como en todas partes, hay capitalismo. Es estúpido pensar que éste pueda existir sin estar defendido por un gobierno [incluso si en] Rusia, este gobierno se llama proletario.»
La existencia de un movimiento obrero, organizado entorno a ideas anarquistas-comunistas y anarcosindicalistas con una profunda penetración tanto en la clase obrera como en la intelligentsia debe también explicar porqué, a diferencia de Hungría y Checoslovaquia donde muchos anarquistas ayudaron a fundar partidos comunistas en este período, pocos anarquistas búlgaros fueron atraídos hacia el concepto bolchevique de la revolución. La bomba de 1925 en la Catedral de St. Nedelya de Sofía por parte de un comando conjunto de una facción radical del BKP y miembros del BZS —en respuesta del encarcelamiento y ejecución de muchos líderes del BKP— mató 11 generales, el jefe de policía y al alcalde de la ciudad, y a otras 140 personas. Sin embargo, provocó un reino del terror contra la izquierda, con 3000 comunistas detenidos y 3 ejecutados. La FACB, el BKP y el BZS unieron sus fuerzas de guerrilla en un solo destacamento, pero fue forzado pronto a dispersarse en grupos de combate más pequeños. Se enviaron fuerzas especiales de la policía tras Sheitanov y él y su compañera de armas, la joven actriz anarquista Mariola Sirakova,[6] fueron detenidos y ejecutados junto con otros 12 prisioneros en la estación de ferrocarril de Belovo el 2 de junio de 1925. La represión vio muchos anarquistas búlgaros ir al exilio hacia Yugoslavia, luego a Francia, como Grigoriev, en donde se establecieron en los feudos anarquistas de Toulouse, París o Beziers. Estos grupos crearon un comité de ayuda para apoyar a los presos anarquistas en Bulgaria y sacaron un programa revolucionario para la FACB. Influidos por el debate en Francia sobre la Plataforma Makhnovista a partir de 1926 —donde hubo un delegado búlgaro conocido sólo como «Pavel» (quizás el propio Grigoriev) entre los que crearon la efímera Federación Internacional Anarquista Comunista (FIAC) plataformista en 1927— la FACB adoptó la plataforma como su constitución.
Mientras tanto, el anarcosindicalista Manol Vassev Nicolov y un grupo de comunistas libertarios de Khaskovo habían estado organizando a los campesinos trabajadores del tabaco en su distrito, haciendo uso de las viejas cooperativas rurales de apoyo mutuo llamadas Vlassovden (de la festividad de Vlas, un viejo dios pagano). En 1930, lograron un éxito, con 600 delegados de todo el país, se fundó la Confederación Vlassovden —a veces llamada Unión Vlassovden— en Khaskovo. Las peticiones de la Confederación Vlassovden eran radicales, pero no revolucionarias: reducción de impuestos directos e indirectos, la desaparición de los cárteles agrarios y autonomía para las comunidades. Pero el «sindicalismo Vlassovden» se extendió como un incendio, y para 1931, la Confederación Vlassovden tenía 130 secciones. Mientras tanto la situación política estaba cambiando: en 1930, Grigoriev volvió a Bulgaria a tomar ventaja de la amnistía, y organizó una célula clandestina de la FACB en Sofía; en el mismo año, una organización fascista llamada Zveno (Enlace) fue fundada por oficiales fascistas inspirados por Mussolini y muy cercanos a la Liga Militar.
En 1931, afrontando una creciente oleada de demandas, dirigidas por los anarquistas, de libertad de expresión y de amnistía para los «delitos» políticos, el régimen de derechas fue sustituido por una coalición «el Bloque del Pueblo» de agraristas del BZS, liberales y radicales. Antes de las elecciones tuvo lugar la primera celebración del Primero de Mayo en Bulgaria, la policía atacó el mitin de los estudiantes anarquistas y detuvo a 11 de ellos. La Federación de Estudiantes pedía el fin del control clerical y el reclutamiento militar en los campus, pidiendo que «los curas y los sargentos sean expulsados de las escuelas y las universidades y que se supriman las tasas». El final del régimen trajo una expansión enorme de las organizaciones y publicaciones anarquistas, tanto que el movimiento anarquista podría ser considerado como la tercera fuerza del país, tras el BZS y el BKP. En aquel año, según un estudio, había unos 40 grupos anarcosindicalistas bajo la Confederación Nacional del Trabajo Anarcosindicalista (CNT-AS), mientras que la Federación Búlgara de Sindicatos Autónomos (FBSA), se convirtió en sección de la A.I.T.[7] En 1932, la FACB tuvo un congreso nacional clandestino en un bosque cerca de Lovech presidido por Grigoriev con el objetivo de reunificar el movimiento: Se reestableció Rabotnicheska Misl como portavoz de la federación. A pesar de la naturaleza izquierdista del «Bloque del Pueblo», el movimiento anarquista seguía siendo perseguido: fusilamientos, detenciones y penas de cárcel seguían siendo habituales.
En 1934, los líderes fascistas de Zveno, el Coronel Kimon Georgiev y el Coronel Damyan Velchev llevaron a cabo un golpe de estado y establecieron un régimen autoritario con Georgiev como primer ministro, prohibiendo todos los partidos políticos, corporativizando los sindicatos como la CNT-AS, la FBSA y la Confederación Vlassovden —de la que la última nunca se recuperó— y declarando la guerra a la FACB y al BKP. También en 1934, los derechistas del VMRO asesinaron al Rey Alexander de Yugoslavia y al ministro de asuntos exteriores de Francia Louis Bartou en Marsella en colaboración con los fascistas croatas de la Ustaše. La indignación internacional que provocó este asesinato forzó al régimen de Zveno, a suprimir la VMRO. El régimen también prohibió la prensa anarquista como Svobodno Obshtestvo —pero reapareció como un mensual llamado Nuevo Mundo, editado por Petar Lozanov, mientras que el periódico Compass se las arregló para seguir en circulación. Un contragolpe en 1935 respaldado por el Zar, expulsó a Georgiev e instaló al líder monárquico también de Zveno el General Zlato Panchev, que a su vez pronto fue reemplazado por una dictadura civil monárquica. Sin embargo los movimientos anarquistas, comunistas y agraristas aún tenían que seguir en la clandestinidad— con el resto de su prensa prohibida — mientras que el VMRO Unificado, pro-comunista, colapsó en 1936.
Un ejemplo de un anarquista típico búlgaro de este período que se encuentra en los ficheros policiales (compilado más tarde bajo la ocupación soviética), es el minero granjero y mecánico de locomotoras Alexander Metodiev Nakov (1919-1962),[8] que venía de una familia pobre de la aldea de Kosatcha en el departamento de Pernik. Se hizo anarquista en 1937, Nakov inició un grupo anarcosindicalista en la fábrica Machinostroitel en Pernik y más tarde cumplió condenas tanto en las prisiones fascistas como en los campos de concentración soviéticos. La policía estalinista le describían desesperadamente como «anarquista fanático» — pero también como un «trabajador muy fino», con «una buena base política general» que era buen lector y esperantista. Al comienzo de la Revolución española en 1936, unos 30 anarquistas búlgaros, entre ellos Grigoriev, fueron a combatir en las milicias. Grigoriev representó a la FACB en el plenario de la España libre en noviembre de aquel año. El reto revolucionario al fascismo forzó la dispersión del movimiento anarquista para llevar a cabo el congreso final de la FACB de antes de la guerra, en Vitosha en agosto de 1936. A pesar de sus muchos encarcelados en los campos de concentración, los anarquistas lograron hacer circular un periódico mimeografiado llamado Khleb i Svoboda (Pan y Libertad) durante 1936-1939. En 1938, el BKP intentó llegar a una audiencia más amplia, renombrándose como Partido de los Trabajadores de Bulgaria (BRP), hasta volver a sus orígenes estalinistas en 1948. Al volver a Bulgaria en 1939, Grigoriev fue detenido y pasó los años de la guerra en prisión y luego en un campo de concentración.
En 1940, un manifiesto lanzado por la FACB contra las intrigas del Comintern por aliarse primero con los nazis y luego oponerse a ellos, acusaba al BRP comunista, por apoyar a los aliados, según Grancharoff, de haber:
... cometido un crimen histórico al restaurar el crédito de los moribundos eslóganes burgueses, de los estandartes [banderas militares y eclesiásticas de la edad media] y de las instituciones, por las constitución la democracia el amor a la paz... el patriotismo y el nacionalismo...
Bulgaria se alió con los nazis en 1941 y el movimiento anarquista inició una guerra de guerrillas contra las fuerzas nazis estacionadas en Bulgaria así como contra los fascistas búlgaros: como dice Grancharoff, «situados entre el martillo y el yunque, lucharon valientemente contra le fascismo, y pagaron gustosamente por ello.» La resistencia popular, de hecho, salvó a todos los judíos de Bulgaria de la deportación a los campos de exterminio nazis. En la propia Macedonia, el Partido Comunista de Macedonia (PCM) no fue fundado hasta 1943. El movimiento anarquista operaba en una poderosa fuerza guerrillera a partir de las últimas fases de la guerra en lo que aún era una sociedad predominantemente agraria. El movimiento anarquista, que había librado una campaña guerrillera contra los fascistas creció rápidamente y ayudó al Frente de la Patria a llevar a cabo con éxito la insurrección del 9 de septiembre de 1944 contra las fuerzas nazis en Bulgaria. De hecho, eran lo bastante fuertes como para ser una alternativa seria, pero la fuerza del Frente de la Patria —que era el BRP comunista, una facción de los socialistas del BZS y el movimiento fascista Zveno— que también tenía partisanos contra los nazis, probó ser formidable.
A finales de 1944, el BRP tenía sólo 15.000 afiliados, pero cuando el Ejército Rojo reemplazó a los alemanes como fuerza de ocupación, los comunistas búlgaros se aprovecharon de la situación, formando un gobierno de Frente de la Patria liderado por el líder de Zveno Kimon Georgiev, el coronel del ejército que había dado un golpe de estado una década antes en 1934. Esta alianza roja/naranja/marrón —que Grancharoff llama «la unidad entre el nacional socialismo y el comunismo»— inmediatamente se dio a la labor de reprimir a los anarquistas, a otras tendencias políticas y a la clase obrera. Los trabajadores se vieron forzados a unirse a un «sindicato» único estatal —igual que durante el gobierno de Georgiev, que estaba modelado como el de la Italia de Mussolini— y se introdujo el trabajo a destajo. De todas formas, organizaciones como el Sindicato de los Anarquistas del Suroeste de Bulgaria y el Grupo Elisée Reclus de Pernik fueron formados por militantes como Nakov.
La FACB convocó un congreso en Knegevo, en la capital Sofía, en 1945, para discutir sobre la represión. Sin embargo la milicia comunista detuvo a todos los 90 delegados y los metió en campos de trabajo forzado. Esto no detuvo la organización para producir una importante Plataforma anarquista-comunista. Los locales anarquistas fueron cerrados por la fuerza y el resucitado órgano de la FACB, Rabotnicheska Misl se vio forzado a suspender su publicación después de sólo ocho números. Reaparecería brevemente durante las elecciones controladas por los comunistas de 1945 bajo la presión de los americanos y los británicos, surgiendo en una circulación de 7000 hasta 60.000 antes de ser prohibido otra vez. El siguiente congreso anual de la FACB en 1946 tuvo que celebrarse en la clandestinidad. En 1946, el líder de la Zveno Georgiev, fue reemplazado por el comunista Georgi Dimitrov, las facciones de la Zveno y del BZS en el Frente de la Patria fueron disueltas, la monarquía fue abolida y Bulgaria se convirtió en una supuesta «República Popular». Los agraristas del BZS rechazaron colaborar y en 1947 (año de la muerte del veterano anarquista Gerdzhikov), el líder del BZS Nikola Petkov fue ejecutado por los comunistas. En 1948, la última redada contra los anarquistas capturó a 600 militantes que fueron enviados a campos de concentración como Cuciyan (cerca de Pernik, llamado por sus internos «el Toque dela Muerte»), Bogdanovol (llamado el «Campo de las Sombras»), Nojarevo, Tadorovo y Bosna — y el BRP fue fusionado con Frente de la Patria transformándose en un partido comunista de masas, diciendo tener 460.000 afiliados.
Para esta fecha ya habían sido ejecutados cientos y unos 1000 miembros de la FACB enviados a campos de concentración donde la tortura, los malos tratos y el hambre de veteranos antifascistas (aunque no comunistas) —algunos de los cuales habían combatido el fascismo durante casi 30 años— era la rutina. Los presos anarquistas fueron aislados y se les obligó a trabajar hasta la muerte, trabajando en turnos de 36 horas, comparados con los turnos de 12-16 horas de otros internos. Una lista parcial de 33 anarquistas detenidos liberados por gente de la clandestinidad en Bulgaria revela su composición de clase: 11 estudiantes de instituto y universidad; 4 trabajadores anarcosindicalistas urbanos, incluyendo un técnico; 4 maestros, incluyendo un inspector de escuelas; 4 trabajadores rurales (restos del movimiento sindicalista Vlassovde); 3 tipógrafos; 2 periodistas, incluyendo a Georgi Dimitroff Kurtov (Karamikaylov), editores detenidos habituales de Rabotnicheska Misl; un librero; y varios otros cuyas ocupaciones se desconocen. El más joven tenía 21 años, presumiblemente politizado durante el fascismo, y el más viejo 40, el trabajador del tabaco Mano Vassev Nicolov, que había entrado en el sindicalismo Vlassovden en 1930. La mayoría había sido apresada o condenada a muerte por los fascistas, tres eran antiguos guerrilleros, y uno había estado implicado en una conspiración militar contra los fascistas. Como dice Grancharoff:
El oscuro velo del comunismo que solía mandar a la tumba al anarquismo, era también el mismo que enterraba el comunismo genuino y todas las esperanzas revolucionarias de emancipación y liberación de los oprimidos.
Mientras que una dedicada red clandestina anarquista de militantes como Nakov siguió operando hasta casi los años 1980s, muchos anarquistas búlgaros como Georgi Grigoriev fueron al exilio a Francia — donde se formaron secciones de la FACB, así como una coordinadora llamada Unión de Libertarios de Bulgaria (ULB) que reunía todas las tendencias anarquistas de aquel país. Grigoriev, que escribió una historia del movimiento anarquista de Bulgaria y un estudio de la relación entre la liberación nacional y la revolución social en los Balcanes, jugaría un papel clave en reestablecer la ULB como la Federación Anarquista de Bulgaria (FAB) de síntesis, tras el colapso del poder comunista en 1989 y en adherirla a la Internacional de Federaciones Anarquistas.
En el 2008, la FAB aún publica su periódico Svobodna Misl (Pensamiento Libre) mensualmente. Hoy otras organizaciones anarquistas en Bulgaria son el Frente Anarquista (AF), el Grupo Autónomo Anarquista «Anarchoresistance» (ABDA) con su periódico Anarkhosprotiva (anarco-resistencia), la Confederación Búlgara del Trabajo (BKT) que es sección de la AIT, fundada en 1991 por militantes como Nikola Mladenov Totorov, y la revivida Federación de Jóvenes Anarquistas (FAM).[10]
En el plano de la teoría, diría que el largamente perdido documento búlgaro debería verse como otra pieza clave de la tradición plataformista tras la propia Plataforma: la Plataforma de 1945 de la Federación de Anarquistas Comunistas de Bulgaria.[11] Sólo ha sido recientemente traducida al inglés, y esta Plataforma repudiaba el fascismo, la democracia, el estado y el capital, y reafirmaba una línea de masas anarquista comunista de erradicación total de la propiedad privada y la socialización completa de los medios de producción bajo control de la clase obrera. La Plataforma de la FACB trataría con los temas cruciales de tácticas y organización, rechazando la forma de partidos políticos como «estéril e ineficaz, incapaz de responder a las tareas inmediatas y a los intereses de los trabajadores,» pero hablaba en favor de «la verdadera fuerza de los trabajadores», «la economía y sus organizaciones económicas. Sólo allí está el terreno en el que el capitalismo puede ser destruido. Sólo allí está la auténtica lucha obrera.». Sobre la organización la FACB reconocía que varios tipos de organización obrera eran indispensables y entrelazados sin subordinación: organizaciones ideológicas anarquistas comunistas; sindicatos obreros; sindicatos agrícolas; cooperativas; y organizaciones culturales y de intereses especiales, por ejemplo juveniles y de mujeres. De estas, la Plataforma de la FACB apuntaba que:
Es sobre todo todo necesario para los partidarios del anarquismo comunismo estar organizados en una organización ideológica anarquista comunista. Las tareas de estas organizaciones son: desarrollar, realizar y extender las ideas anarquistas comunistas; estudiar las cuestiones vitales de hoy que afectan a las vidas diarias de las masas trabajadoras y los problemas de la reconstrucción social; la lucha multifacética por la defensa de nuestro ideal social y la causa de la clase trabajadora; participar en la creación de grupos obreros al nivel de producción, profesión, intercambio y consumo, cultura y educación y todas las otras organizaciones que puedan ser útiles en la preparación de la reconstrucción social; preparación de y organización de estos eventos; el uso de todos los medios para lograr la revolución social. Las organizaciones anarquistas comunistas son absolutamente indispensables para la total realización del comunismo libertario tanto antes de la revolución como después.
Tales organizaciones anarquistas comunistas se iban a federar entorno a un territorio, «coordinadas por el secretariado federal» —pero la «organización local» permanecía como la unidad política básica y tanto los secretariados local como federal eran «simplemente vínculos y cuerpos ejecutivos sin poder» más allá de ejecutar decisiones de los grupos locales o las federaciones locales. La Plataforma de la FACB enfatizaba la unidad ideológica de tales organizaciones remarcando que sólo los anarquistas comunistas convencidos podrían ser miembros, y que la toma de decisiones debería ser por consenso logrado por la persuasión y la demostración práctica— no por el voto de mayorías (este último aplicable al sindicalismo y a otras formas de organización, sin concesiones a las minorías). Los militantes anarquistas comunistas, organizados así, participaban directamente en los sindicatos de clase y en los sindicatos corporativos, defendiendo sus posiciones, defendiendo los intereses inmediatos de clase y aprendiendo cómo controlar la producción en preparación de la revolución social. Los militantes también participaban directamente en las cooperativas, «trayendo a ellas el espíritu de la solidaridad y del apoyo mutuo contra el espíritu del partido y la burocracia» — y en las organizaciones culturales y de interés particular que apoyaban la idea anarquista comunista y en las organizaciones sindicalistas. Todas estas organizaciones se relacionaban en base de la «dependencia recíproca» y la «comunalidad ideológica».
Diría que aquí tenemos un movimiento que comenzó pareciendo bastante similar que muchos de sus contemporáneos, en particular en los territorios colonizados: pequeñas células de propaganda de militantes anarquistas creando imprentas clandestinas y subiendo la temperatura de la lucha de clases. Los paralelismos con los primeros movimientos de Checoslovaquia, Polonia y Hungría por supuesto están ahí, pero los búlgaros en particular salieron bien pronto de aquella trayectoria lanzándose directamente a la guerra de liberación de Macedonia de 1903. A pesar de las críticas lanzadas a estas guerrillas anarquistas —y a su estrategia de lanzar una guerra principalmente rural sin una base organizacional campesina, dejándolo todo a bandas de simpatizantes campesinos, es una de las mayores críticas— este bautismo de fuego no sólo reforzó a los búlgaros para las luchas futuras, sino que en términos reales precipitó el colapso del Imperio Otomano. En condiciones menos que ideales, de guerra casi continua desde 1911 a 1918, seguida de los mazazos de dos golpes fascistas con éxito en 1923 y 1934, el movimiento anarquista búlgaro se convirtió en una fuerza formidable, la tercera más grande de la izquierda, utilizando el desencanto obrero con unos reformistas agraristas y comunistas, para construir un entramado de sindicatos urbanos, luego penetrando en todas las capas de la sociedad con una legión de profesionales, obreros, estudiantes e incluso organismos guerrilleros interrelacionados. Incluso lograron romper la división urbana-rural organizando el campesinado siguiendo líneas sindicalistas que les eran propias. Este fue por encima de todo un movimiento social — pero uno que tenía una claridad ideológica suficiente para resistir en el encanto del bolchevismo, uno que estaba bien organizado, y que era capaz de defenderse por la fuerza de las armas.
Aquella claridad vino, sugiero, por la adhesión de la FACB al concepto plataformista de trabajo de organización específica —como los Makhnovistas— en un frente más amplio de fuerzas sociales socialistas libertarias revolucionarias. Al hacer esto, la FACB no sólo se estaba orientando geográficamente hacia el este hacia la vecina insurgente Ucrania, con su rumbo flexible, plural antes que hacia el oeste hacia los movimientos anarquistas que estaban comprometidos con el bolchevismo de Checoslovaquia y Hungría, pero políticamente hacia la tarea de agarrar el todo por los cuernos y tomar las herramientas necesarias de construir hoy la sociedad del mañana. Parece que la Plataforma no le sirvió a la FACB específicamente, sino al movimiento en general, dados los retos del corporativismo fascista, la guerra de guerrillas, el poder fascista y luego estalinista, y unos 40 años de exilio productivo. Y a pesar de la acusación de sectarismo a menudo lanzada a las organizaciones plataformistas por parte de las de síntesis, la FACB, como se demuestra en la Plataforma de 1945, fue partidaria de la Asociación Internacional del Trabajo (AIT) anarcosindicalista —fundada en Berlín en 1922 que representaba a unos 2 millones de trabajadores— y de su descendiente, la FAB. Los anarquistas comunistas claramente nunca renegaron de una línea de masas, a pesar de la represión o de su propia adopción de una guerra de guerrillas defensiva.
A parte del propio Ejército Revolucionario Insurgente Makhnovista de Ucrania, que llegó a tener 50.000 miembros, la organización de masas comunista libertaria más cercana que me viene a la mente que combinaba esta serie de formaciones obreras, campesinas, estudiantiles, intelectuales y sociales así como fuerzas guerrilleras fueron la Federación Anarquista Comunista de Corea (FACC) de entreguerras entre 1929 y 1945, y la Federación Anarquista de Uruguay (FAU) de 1956-1976. Sin embargo militantes clave de la FACC se unieron al gobierno provisional coreano en 1940, y la FAU cayó en una insurgencia, flirteando con el aventurerismo guevarista a comienzos de los 70, antes de aclararse la cabeza de la bruma marxista y abrazar el especifismo (la forma latinoamericana de organización específica que está más cerca del plataformismo) en 1985.
Así que parece justo decir que la FACB tiene el honor de ser una de las organizaciones anarquistas comunistas mejor organizadas y duraderas, incluso aunque su actual encarnación la FAB es (de necesidad, quizás, para reconstruir el movimiento) de síntesis. ¿Qué rol tuvo la FACB y sus organizaciones hermanas en el trabajo social de base en el notable logro histórico del pueblo búlgaro en impedir la deportación de sus vecinos judíos, que resultó en el rescate de todos y cada uno de los 48.000 judíos búlgaros durante la guerra? Estas facetas tienen que ser aún exploradas: el movimiento búlgaro necesita claramente de un estudio más intensivo, pero parecería que pocos movimientos con una historia tan dura. Y que pocos han logrado superarla tan brillantemente.
[1] The Bulgarian Anarchist Movement, Jack Grancharoff, manuscrito no publicado escrito especialmente para el ZACF, Quamaa, Australia, 2006. Este documento da el hilo conductor de lo que por otra parte era un movimiento intrigante, oscuro.
[2] La Plataforma Organizativa de la Unión General de los Anarquistas (esbozo), Nestor Makhno, Ida Mett y otros del grupo exiliado Causa Obrera en París, Francia, 1926. Este texto clave anarquista comunista reafirma la tendencia histórica principal —de la línea organizativa de masas, que incluye organizaciones «políticas» (ideológicas), «sociales» (comunitarias) y sindicalistas— contra tanto el aventurerismo de una minoría insurgente, y una postura individualista anti-anarquista. Puede encontrarse entre los documentos del enorme archivo online Nestor Makhno Archive: www.nestormakhno.info.
[3] Gueorgui Cheitanov, 1896-1925, Nick Heath, Anarchist Federation, UK, sin fecha, online en: http://www.libcom.org/articles/history/1896-1925-gueorgui-Sheytanov/index.php
[4] Georgi Grigoriev, 1906-1996, (alias Georges Balkanski), Nick Heath, Anarchist Federation, UK, sin fecha, online en http://www.libcom.org/history/articles/1906-1996-georgi-grigoriev/index.php
[5] Liberation Nationale et Liberation Sociale: l’Example de la Revolution Macedonienne, Georges Balkanski (Georgi Grigoriev), Collection Anarchiste, Federation Anarchiste, París, Francia, sin fecha. Este libro es el principal análisis anarquista en lengua francesa de la cuestión nacional en Macedonia.
[6] Mariola Sirakova, 1904-1925, Nick Heath, Anarchist Federation, UK, sin fecha, online en: http://www.libcom.org/history/articles/1904-1925-mariola-sirakova/index.php
[7] Bulgaria: The New Spain.
[8] Alexander Metodiev Nakov, 1919-1962+, anónimo, Bulgarian Libertarian Union in exile, París, Francia, sin fecha, online en: http://www.libcom.org/history/articles/1919-1962-alexander-metodiev-nakov/index.php
[9] Bulgaria: The New Spain.
[10] Referencias a estas organizaciones se pueden encontrar en la entrada referente al país en el portal: www.broadleft.org
[11] Platform of the Federation of Anarchist Communists of Bulgaria, Federatsia na Anarkho Komunistite ot Balgaria, 1945, traducción al inglés de Nestor McNab, FdCA, Italia, 2006. Este excelente documento organizacional merece, a ojos del autor, un lugar primordial en el panteón teórico plataformista.